Endless reviewed 1984: New Classic Edition by George Orwell
1984: terrifying pre-digital dystopia
4 stars
Serving to lay out a well-told plan for complete cultural dominion via "thought police."
Paperback, 251 pages
English language
Published Jan. 16, 1981 by Penguin Books.
Newspeak, Doublethink, Big Brother, the Thought Police - the language of 1984 has passed into the English language as a symbol of the horrors of totalitarianism. George Orwell's story of Winston Smith's fight against the all-pervading Party has become a classic not the least because of its intellectual coherence. First published in 1949, it retains as much relevance today as it had then. --back cover
Serving to lay out a well-told plan for complete cultural dominion via "thought police."
Distopía escrita por George Orwell en los años cuarenta del siglo XX, 1984 ha marcado nuestra concepción, nuestra comprensión de lo que es un totalitarismo. Y no solo el soviético estalinista al que alude de manera más obvia con ese Gran Hermano con bigote cuya mirada en los carteles parece seguirte, sino también a otros totalitarismos más sutiles, vigentes, que afectan íntimamente nuestra esfera privada.
Para quien piense que es una exageración que nuestra sociedad también esté, al menos en parte, retratada en esa novela, le traigo una anécdota de lo más ilustrativa: hace unos años Amazon, por problemas con la editorial de varios de los libros de Orwell, eliminó de todos los dispositivos Kindle, a distancia, precisamente 1984 y Rebelión en la Granja. Y lo hizo sin necesidad de entrar casa por casa, sin necesidad de quemar papel. Fue cuestión de que un tipo en un edificio lejano apretara …
Distopía escrita por George Orwell en los años cuarenta del siglo XX, 1984 ha marcado nuestra concepción, nuestra comprensión de lo que es un totalitarismo. Y no solo el soviético estalinista al que alude de manera más obvia con ese Gran Hermano con bigote cuya mirada en los carteles parece seguirte, sino también a otros totalitarismos más sutiles, vigentes, que afectan íntimamente nuestra esfera privada.
Para quien piense que es una exageración que nuestra sociedad también esté, al menos en parte, retratada en esa novela, le traigo una anécdota de lo más ilustrativa: hace unos años Amazon, por problemas con la editorial de varios de los libros de Orwell, eliminó de todos los dispositivos Kindle, a distancia, precisamente 1984 y Rebelión en la Granja. Y lo hizo sin necesidad de entrar casa por casa, sin necesidad de quemar papel. Fue cuestión de que un tipo en un edificio lejano apretara un botón. Uno de los pilares del universo de la novela, uno de los fundamentos de la ideología Ingsoc, es la “mutabilidad del pasado”, la capacidad del sistema para borrar todos los registros de los hechos y falsificarlos para que todo sea acorde al presente que le conviene al régimen. Desde esta perspectiva, ¿no nos debería inquietar que cada vez confiemos más en buscadores como Google para consultar cualquier duda de los hechos que queramos conocer, hasta tal punto que la pérdida de memoria es generalizada? Y pronto no solo será ir a una web para mirar cómo acabó tal o cual hecho histórico. Cuando seamos viejos el relato de quienes fuimos lo contarán los registros que dejamos en las redes. Registros que, en realidad, no nos pertenecen a nosotros sino a las grandes empresas que a fin de cuentas nos gobiernan. Entraremos en Facebook para rememorar nuestro propio pasado, y Facebook nos “ayudará” a reinterpretarlo.
Y luego está otro aspecto todavía más sutil, muy bien tratado en la novela. Narra el proceso mediante el que la represión doblega la voluntad de una persona, llegando a entrar en la esfera íntima de su mente, allí donde al comienzo de la novela el protagonista pensaba que era intrínsecamente libre e invulnerable.
Y por el camino explica procesos psicológicos que cualquiera puede observar en dinámicas enfermizas de nuestro día a día, como el doblepensar. Y lo hace con buena literatura, con mucho mayor alcance que si Orwell hubiera escrito un erudito ensayo de diez mil páginas. En el libro dice, por ejemplo:
“… la facultad de creer que lo negro es blanco, más aún, de saber que lo negro es blanco y olvidar que alguna vez se creyó lo contrario.”
“Decir mentiras a la vez que se cree sinceramente en ellas, olvidar todo hecho que no convenga recordar, y luego, cuando vuelva a ser necesario, sacarlo del olvido solo por el tiempo que convenga, negar la existencia de la realidad objetiva sin dejar ni por un momento de saber que existe esa realidad que se niega…”
Me atrevería a afirmar que 1984 influyó toda la crítica a nuestra cultura de la segunda mitad del siglo XX. Desde la psicología a la filosofía o la sociología. Menciona el panóptico, el modelo planteado por Foucault treinta años después, con una elegancia y una sencillez aterradora. Y que conste que no es un clásico solo por su contenido “social”. Es una obra bellamente escrita, con momentos llenos de significado, poesía y humanidad. Una novela muy bien planteada de principio a fin, lectura necesaria a la que se debe volver con la madurez, cuando uno está en situación de entender mejor el alcance de la Policía del Pensamiento, su poder, y su verdadera intención.
Excellent, yet depressing book depicting a dystopic society that has way too much verisimilitude. A must-read.
Definitely will not rate the book. I know why it's important it's there but I hated the book.
George Orwell is indisputably the greatest didactic writer in the English language since Samuel Johnson. As an essayist, he is a nonpareil, and his insights — which he modestly characterized as "a power of facing unpleasant facts" — are remarkable, original, and biting. The scintillating force of his pen shines most brightly in his essays and his memoirs.
The very power of his personal prose that gives such force to his essays and memoirs, however, leaves his fiction curiously flat. For all his insight, he seems to lack the ability to free his characters to lead independent fictional lives. A person reading Orwell's novels for their characterization would shoot himself.
Such is the force, clarity, and originality of Orwell's ideas, however, and the freshness of his candor, that it is easy to forgive the flat characterization and intrusive narration of the novels. And while each generation seems to find some …
George Orwell is indisputably the greatest didactic writer in the English language since Samuel Johnson. As an essayist, he is a nonpareil, and his insights — which he modestly characterized as "a power of facing unpleasant facts" — are remarkable, original, and biting. The scintillating force of his pen shines most brightly in his essays and his memoirs.
The very power of his personal prose that gives such force to his essays and memoirs, however, leaves his fiction curiously flat. For all his insight, he seems to lack the ability to free his characters to lead independent fictional lives. A person reading Orwell's novels for their characterization would shoot himself.
Such is the force, clarity, and originality of Orwell's ideas, however, and the freshness of his candor, that it is easy to forgive the flat characterization and intrusive narration of the novels. And while each generation seems to find some pundit who dismisses Orwell's dark vision in 1984 as passe, fresh revelations of the octopus-like stranglehold of the National Security Agency over the daily minutiae of the the lives of 300 million Americans gives proof daily of how prescient Orwell was. Big Brother is indeed watching.
Scariest book I have ever read.